Velázquez pintó
al dios de la guerra sentado, desplegando todos sus atributos
militares: bengala en la mano derecha, morrión sobre la cabeza, con
su armadura, escudo y espada en el suelo, a sus pies.
Presenta un aire melancólico y un aspecto cansado y abatido, muy diferente a la imagen victoriosa y triunfante tradicional, siendo uno de los mejores ejemplos de las metafóricas representaciones velazqueñas. Se relaciona con las imágenes de los filósofos Esopo(P1206) y Menipo (P1207) con quien compartía destino, pudiéndose entender como una visión crítica e irónica de la Antigüedad. Se ha interpretado también como una posible alegoría de la decadencia política y militar de España y las derrotas de los famosos tercios españoles.
La composición ha sido vinculada a obras que Velázquez conocería durante sus viajes a Italia, como la escultura clásica del Ares Ludovisi y, especialmente, Il Pensieroso deMiguel Ángel para la tumba de los Medici en Florencia. Es perceptible también la influencia de Tiziano y Rubens, sobre todo en la combinación de colores y el tratamiento de las carnaciones.
Posiblemente fue pintado para la Torre de la Parada, de donde pasó, antes de 1772, alPalacio Real de Madrid. Entre 1816 y 1827 estuvo en la Real Academia de San Fernando.
Presenta un aire melancólico y un aspecto cansado y abatido, muy diferente a la imagen victoriosa y triunfante tradicional, siendo uno de los mejores ejemplos de las metafóricas representaciones velazqueñas. Se relaciona con las imágenes de los filósofos Esopo(P1206) y Menipo (P1207) con quien compartía destino, pudiéndose entender como una visión crítica e irónica de la Antigüedad. Se ha interpretado también como una posible alegoría de la decadencia política y militar de España y las derrotas de los famosos tercios españoles.
La composición ha sido vinculada a obras que Velázquez conocería durante sus viajes a Italia, como la escultura clásica del Ares Ludovisi y, especialmente, Il Pensieroso deMiguel Ángel para la tumba de los Medici en Florencia. Es perceptible también la influencia de Tiziano y Rubens, sobre todo en la combinación de colores y el tratamiento de las carnaciones.
Posiblemente fue pintado para la Torre de la Parada, de donde pasó, antes de 1772, alPalacio Real de Madrid. Entre 1816 y 1827 estuvo en la Real Academia de San Fernando.
La
obra representa a la diosa Venus en una pose erótica, tumbada sobre
una cama y mirando a un espejo que sostiene su hijo Cupido.
Venus
era la diosa romana del amor, la belleza, y la fertilidad. Se
encuentra reclinada en su cama, con la espalda hacia el espectador y
con sus rodillas dobladas. Cupido aparece sin sus acostumbrados arco
y flechas. Éste sostiene un espejo al que la diosa está mirando.
Venus está mirando al espectador a través del espejo, muy
característico de Velázquez.
Velázquez
es capaz de conseguir profundidad gracias a la composición. Coloca
objetos y cuerpos unos detrás de otros: las diferentes sábanas,
cuerpo de la Venus, el espejo, Cupido, la cortina en diagonal, y la
pared del fondo, hacen que tengamos la idea de una estancia muy
profunda.